La historia de las drogas no comienza con nosotros, ni siquiera con la Convención Única de Estupefacientes de 1961 o antes con la Convención del Opio y la creación de las Naciones Unidas, sino que nace con el hombre ajena a toda conceptualización dada por cualquiera de las esferas científicas contemporáneas.
Es a partir de los años 50 del último siglo cuando recién se habla de la toxicidad y sobre el apego por intoxicarse. Toxicomanía es el término que nace de la medicina -manía por intoxicarse- y luego es incorporado a los marcos jurídicos de los países.
Desde los diferentes abordajes se ha considerado al toxicómano “un enfermo patológico con hábito por intoxicarse”, “un inmoral”, “un delincuente”, “una persona con dificultades”, etc. Y desde ciertos modelos se ha enfatizado que es “la droga” el mal que azota a los pueblos. Mientras que miradas más actuales puntualizan que es la persona quien decide qué hacer con las mismas y no es “la droga” el sujeto que lo flagela.
Pero antes de hablar de “las drogas” es fundamental pensar al hombre desde la antropología científica y considerar su naturaleza. El hombre es herbívoro, tiene manos con formato y movimiento para asir la hierba y los frutos careciendo de garras, sus dientes y molares planos y la longitud de sus intestinos similares al resto de los herbívoros, no posee habilidades tales como la velocidad, salto, agilidad y rapidez de los cazadores, solo corre a velocidades reducidas pues alcanzar las hiervas y los frutos no necesita de tales habilidades. Solo por adaptación a los nuevos territorios el hombre imitó a las fieras y se convirtió en omnívoro.
Así es como desde su origen se relacionó con las plantas en busca de alimentos y fue descubriendo sus propiedades y esto ocurrió en cada región y con la variedad de vegetación que brindaba la naturaleza del lugar. El hombre experimentando ha descubierto las aplicaciones que cada planta le brindaba, incluso ha muerto por deglutir plantas venenosas, y denomina a los brebajes con fines curativos “veneno” dado que era administrada solo por los jerarcas que conocían la peligrosidad de muerte en altas ó pequeñas dosis.
En el siglo II dC Galeno, médico griego experto en la preparación de medicamentos define a esa práctica con el termino griego φάρμακον (farmacia) que significa medicamento, veneno, tóxico.
Paracelso, un controvertido médico suizo de los primeros años del 1500 trabajó y clasificó herbarios medicinales y acuñó la frase: “Todo es veneno: la diferencia está en la dosis”
En los símbolos provenientes de la mitología de distintas culturas con sus propios significados, llegan hasta nuestros días relacionados con la medicina, los medicamentos, la salud y podemos observar la presencia del veneno.
Caduceo de Mercurio; Bastón de Esculapio; Copa de Higía; Naciones Unidas OMS
La serpiente venenosa enroscada y especialmente en el caso de la copa de Higía que representa a la farmacia (medicamente), dicha serpiente está vertiendo su veneno en la mencionada copa.
Es entonces el uso que fue haciendo el hombre de las plantas, sus productos (venenos, fármacos) y las razones que fue encontrando para conceptualizarlas como drogas.
Sin embargo, no presuponían un problema hasta que en 1700 comienza el uso transculturalizado de la adormidera para terminar con la llamada “guerra del opio”
Durante el siglo XIX comienza el descubrimiento de los principios activos de las plantas y a inicios del siglo XX la industria química y su revolución farmacológica elaborando estimulantes y sedantes que se dispensaban en farmacias, en los años 60 la llamada revolución psicodélica por los efectos que producen ciertos hongos y especialmente el descubrimiento de Albert Hofmann sintetizando el LSD a partir del cornezuelo del centeno.
Muy pronto se produce la adulteración de todo tipo de drogas. Y para cada suceso la aparición de mafias dedicadas al narcotráfico que alcanzan incluso la corrupción a nivel gubernamental de varios países.
Pero desde mi punto de vista las inflexiones más notables que nos llevan hasta la problemática actual son:
- La antes mencionada guerra del opio.
- Las consecuencias de la primera guerra mundial con su impacto social.
- La creación de drogas de síntesis.
La legislación intenta ser el marco regulatorio para estas contingencias que modifican la vida de las sociedades y cada país de acuerdo con su idiosincrasia adhiere a compromisos internacionales y ajusta sus leyes internas, pero no siempre las mismas son pensadas multidisciplinariamente y en el caso particular de la República Argentina esto se dificulta por la diversidad de ideologías, modelos de abordaje, partidismo político e intereses sectoriales.